Lo que leí en 2015
13:20:00Ha llegado la hora de hacer balance del 2015. Esta fecha también es ideal para hablar de los errores y aciertos a lo largo del año en materia literaria, que sin duda, en mi caso, no ha despuntado en cuestión de cantidad sino en calidad. Según mi perfil de Goodreads he acabado 14 libros de 20 que me había propuesto. Han sido pocos libros, con un solo cómic en el total. Cualquier devoralibros podría abofetearme con su propio ranking de más de 50 libros leídos (y alguno más que entre derrapando estos últimos días), pero dada la vorágine en la que se ha convertido mi vida, me alegra saber que la lectura sigue siendo mi vía de escape favorita.
La primera mitad de 2015 tuve más ojo a la hora de escoger las lecturas. Fueron obras compradas entre varias mudanzas. La única razón por la que no se perdieron por el camino es que prácticamente eran lo único que debía transportar además de la ropa y los trastos de kendo. En enero terminé La historia silenciosa pensando que pocas cosas podrían igualar una trama tan inusual en un formato tan bueno como son las crónicas entrelazadas. La historia silenciosa habla de una extraña enfermedad que padecen ciertos niños, el silencio, y de la transformación de la sociedad a raíz de la búsqueda del porqué. Es posible que no suene atractivo a primera vista, pero ya os he dicho que dejó el listón muy alto. Me indigna que haya pasado tan desapercibido para la crítica.
Salté de una increíble ficción a una obra de mi escritor favorito, Brandon Sanderson. Leí un ejemplar de pruebas de El Rithmatista gracias a Nova y a Alexander Páez, que me dejó colaborar en su monográfico de Sanderson. Podéis leerlo aquí. Yo escribí sobre el mito del héroe. El Rithmatista refrescó el panorama de la literatura juvenil por la diversión y el misterio a través de sus páginas, y sin ser un libro perfecto, tiene todos los ingredientes para dar caña a lectores de todas las edades.
¿Mola o no mola el cartel de la película? |
El peso del corazón ha sido otra novela de mi 2015. Rosa Montero tiene algo en la prosa que me atrapa, no sé si es la intensidad, la precisión de lo escrito o la humanidad de las historias. Con Bruna Husky, personaje revelación de la ciencia ficción española que ha caminado un poco entre bastidores, acertar siempre es fácil. ¿Un thriller ambientado en el universo de Philip K. Dick y su Blade Runner? Compro. Compré, de hecho, y me enamoré una vez más de la construcción de los personajes y del worldbuilding. Tuve que escribir sobre él, claro. Y tras este y El Castillo Ambulante, del que había oído mil veces que el libro era totalmente diferente a la película, que es precioso, que sin esforzarte mucho es como si vivieras en el castillo con Calcifer y los demás, que Diana Wynne Jones tiene un noséqué, vino una época de lecturas no tan maravillosas, aunque sí amables y de mucho corazón. Me leí Los Incursores, editado por Blackie Books con un cariño especial, y me devolvió a los años en los que no hacía falta preocuparse por nada. Fue un regalo, tanto el libro como la experiencia. Lo mismo ocurrió con la tercera entrega de Los Gatos Guerreros, El Bosque de los Secretos, una saga que mejora con cada aventura. Gatos, clanes y situaciones peliagudas para la edad del lector recomendado, a partir de doce años.
Parte de la portada de Covenant's End, de Ari Marmell |
Ahora acabo el año con Thief's Covenant, de Ari Marmell, estrenando el Paperwhite. Este libro no está traducido al español ni tiene pinta de estarlo en mucho tiempo. Lo encontré en un artículo de novedades de fantasía extranjera que trajeron La Espada en la Tinta. Trata de una jovencita enrolada en un grupo de ladrones que se mete en serios problemas por intentar estafar a la jefa del cotarro. Le acompaña un dios sin voz que a veces le presta su poder para salir airosa. Young Adult muy entretenido hasta el momento. En mi caso es más que ideal para seguir leyendo en inglés.
No sé lo que traerá 2016. Hace tiempo que dejé de planear los libros que escogería. Me muevo por impulsos, compro novelas que igual leo años más tarde, justo en el momento exacto. En mi estantería esperan La noche de la séptima luna, de Holt, The Raven Boys: La Profecía, de Maggie Stiefvater y La Hija de Robert Poste, de Stella Gibbons. Nos miramos de vez en cuando.
Al próximo año solo le pido aventuras igual de buenas o mejores. En la ficción nos reflejamos, y las historias se reflejan en nosotros. Sed felices, carpe diem. ¡Feliz 2016! :)
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